LIXIVIADOS O LA MANÍA DEL AMOR Y LA VIDA DE BAÑARSE EN RÍOS DE PORQUERÍA



Paranoia en Lamatú

Estoy sentado y perdido en La Matuna
Tengo todo el dinero del mundo y no soy feliz
He comprado tres libros y el vacío continua
Caminando entre ruinas y hombres
Nadie ha venido por mí
A pesar del “triunfo”
He fracasado como soñador
Música y basura en el suelo
Ventanas y almacenes extraños
Esto es todo lo que me puede dar la ciudad
He almorzado sopa de frijoles
Arroz blanco y pollo guisado
Ensalada y tajas de plátano
Nadie ha venido por mí
La policía golpea a un vagabundo
Todos aplauden
Me desangro en pensamientos oscuros
Retazos de risas y conversaciones
Trompetas y acordeones
Quisiera ser tan malo
Que si alguien me pidiera una moneda
Le entregaría mi asqueado corazón

La Matuna es un monstruo
No estaba preparado para esto
Me pregunto qué demonios hago aquí
El Sábado agoniza después del martillazo
Que todos los transeúntes le han pegado en la cabeza
Siento un deseo inmaculado de caminar por las paredes
Toda esta arquitectura fue imaginada en el infierno
Un perro sarnoso ladra mientras me ofrece la felicidad
Un grupo de hombres o insectos
-No es muy claro-
Lo bañan con agua caliente
Su grito me recuerda al nacimiento
De las cosas vagas

Yo tampoco lo haría
Estoy temblando en La Matuna
Yo tampoco lo haría
Y nadie en esta tarde
Yo tampoco lo haría
Se compadecerá de mí
Yo tampoco lo haría…



Tarjeta roja
Días de futbol. Días de mierda. La pena máxima es existir. Siempre fuera de lugar. Antes que ver a otros, prefiero patear el balón. No puedes caer dormido en el campo en medio del juego, nadie te dejaría en paz. Este deporte tendría más sentido si todos pelearan por la bola para hacer su autogol: se trataría del sueño de regresar al interior. Ojalá el árbitro me expulse de este partido idiota sin final. ¡Goooool!





Desechos para después del viernes y para antes del domingo

I
Ella no sabía del significado de mis días
Y vino un sábado y se entregó
Toda mía en la carne y la timidez
¡Qué bonita manera de sobarme los huevos y el corazón!


II
Esta ciudad está llena de mi ADN
En cada esquina encontrarán un poco de mi sangre
Mis cabellos, mi saliva, mi excremento
Mi semen y mi desesperación
Eso debe bastar para la creación de un millón de clones
Todos hastiados y aburridos

III
La mujer de hielo es puro fuego. Ayer me dijo, bajo la sombra del árbol de la vida, la cosa más bonita del mundo: “tu voz me enamoró. Es como si siempre hubiera tenido una colección de voces, pero ninguna era lo que esperaba. Al escucharte supe, que esa era la voz que necesitaba”.  Al notarme maravillado arrancó el cuchillo de la corteza donde había escrito nuestros nombres, y me lo clavó en el corazón.

IV
Deja que la poesía se vaya de fiesta con el batallón de atolondrados. Deja que la pintura y el dibujo vayan de mano en mano. Deja que la música se pierda en las risas. Deja que todo vaya a su merecido lugar. Ya no hay ni más ni menos. Cada quien hace lo suyo a su manera. Este es el siglo en el que “todos pueden”. Da igual. No más “Yo sí” y “Tú no”. Cierra la puerta. Cada uno con su patraña. El arte se merece ese castigo. Nada más que decir al respecto.




Canción del amor fugitivo para Virgo L.

Francotiradores nos apuntan desde las azoteas
No te muevas amor
Todo el mundo vigila
He ahogado tus muñecas en una gota de alcohol
He deformado mi rostro para ser irreconocible
El chiste es que nunca alguien me conoció.
Camina lentamente hacia ese árbol
Bésame
Llevo un molotov hecho con la vieja anarquía
Nos bastará para incendiar la ciudad
Mírame
¿Sabes que estoy loco por ti?
No llores
Dentro de unos minutos van a empezar los disparos
Necesito que corras y te alejes de mí
Necesito que corras y te olvides de mí
Vuélveme a besar
Todo el fuego que necesitamos está aquí
Corre y no mires atrás
La explosión será memorable
Como nuestras ultimas caricias en la oscuridad.

Para cuando todos lean esta confesión
Yo estaré feliz y muerto.


  
Anarchía Blue

No te adelantes a los hechos. Todos exageran mis atributos. Soy tan perfecto como el monstruo de Frankenstein. Los días vienen como olas, o saltas o te dejas arrastrar. Hoy es un día perfecto para el naufragio. Veo ecuaciones que no puedo interpretar. La gente espera revelaciones instantáneas. Filosofías expresadas de forma original. Poemas que iluminen la vulgaridad de sus vidas. La nueva poesía está en la televisión. Me seduce la idea de ser de la Nueva Escoria como en Transmetropolitan. Vendería todo, menos mi aburrimiento: él es el faro en esta oscuridad. Todo lo que es bonito siempre viste de negro, como Ella y mi corazón. Debo aclarar que la anarquía hoy está vestida de azul, acostada en la playita, sublime como la vieja adivinanza del leproso. La anarquía está de azul y el futuro es bonito porque siempre va vestido de negro.




Texto: El Señor Underground
Portada: Keith Haring



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