Amalfi es un pueblo de costumbres ordinarias, es
un pueblo de sentires simples, de personas amables y diligentes, una comunidad llena
de conexiones mágicas que crean tantas sutilezas de la monotonía.
Son las personas, en su mayoría los campesinos,
quienes me tienen tan feliz de vivir y sentir en este territorio líquido que
lucha por mantener su idiosincrasia, su esencia.
Asimismo, encuentro en la monotonía amalfitana, un
espacio en el que siento que puedo transformar desde mi perspectiva y con el
lente de mi cámara. Encuentro mucha
belleza en las personas que se sientan a trabajar, que se sientan a esperar o
simplemente se sientan a vivir y a sentir cómo los toca la vida
Es por ellos que decidimos hacer esta selección de
fotografías que reflejan un sinfín de sentimientos y realidades que nos instan
a recordar tiempos bonitos que se vivieron y valen la pena volver a ellos por
medio de estas.
En conclusión, es un trabajo hecho con mucho amor
y es para pensarse y sentir el territorio; el territorio ambiente, al otro como
territorio y al yo como territorio.
Fotografías
y texto: Danilo García
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