Por
Raymundo Gomezcásseres*
Como reza el clásico
comienzo de las historias de antaño, érase
una vez… Un mundo en el que había héroes.
Aun cuando las definiciones sean la muerte de los sentidos, voy a recurrir a
varias acepciones de las que trae el Diccionario de la RAE en la
correspondiente entrada. Dice la ‘2’:
varón ilustre y famoso por sus hazañas y
virtudes. La ‘3’: el que lleva a cabo una acción heroica. Dejo
por fuera aquellas que se refieren al registro literario, o a su origen
mitológico: ser hijo de dios(a) y mortal. Se trata entonces de seres humanos de carne y hueso que existieron hasta hace…
¿Cuánto? ¿Mucho o poco tiempo? Cada quien dará su respuesta dependiendo de su
idea de ‘héroe’. Lo cierto es que los
aludidos por la RAE, o ya no existen, o son muy escasos, o se han hecho
invisibles. La verdad sea dicha la imagen del ‘héroe’ virtuoso que realiza actos heroicos es un anacronismo, no
porque hayan desaparecido (como dije) sino porque nadie o pocos los reconocen.
Son otros los ‘héroes’ de los cíber-tiempos que vivimos (permiso para
el neologismo). Sería interminable el inventario que los incluyera a todos,
pero algunos sobresalen por su abultada, casi pornográfica notoriedad.
Encabezan las súper estrellas. El
término aplica para futbolistas: Messi, Neymar, C. Ronaldo, por mencionar a los
más mediáticos. Aquí también encajan actores, actrices, cantantes, top models; en general los alfombrados
de farándulas y pasarelas: Shakira, Justin Beaver, Tom Cruise, Angelina Jolie y
consorte, JLo. Pero por encima de todos ellos están los verdaderos
cíber-súper-héroes: los grandes criminales y capos, vivos o fallecidos. Entre
los primeros, Charles Manson, muerto recientemente; David Chapman, el asesino
de John Lenon; ambos son admirados globalmente. Entre los segundos, ‘El Chapo’ Guzmán y Pablo Escobar. El
tristemente célebre ‘Popeye’ cuenta
con más de 52.000 seguidores en Twitter y 395.000 en Instagram. Al lado de
cualquiera de ellos, científicos, filántropos, artistas, por brillantes que
sean, son unos N.N. Acaparan la atención planetaria con sus abultadas
chequeras, excentricidades, o barbárica sevicia. En especial de los jóvenes
para quienes encarnan los valores del
nuevo cíber-heroísmo a imitar. Su existencia es curiosamente artificial.
Más que ‘varones ilustres’ con ‘virtudes’, son marcas diseñadas para el
consumo en un histérico mercadeo simbólico que ocurre con la ciega complicidad
de todos.
*Escritor. Autor de
la trilogía novelística titulada Todos los demonios, conformada por Días así
(dos ediciones), Metástasis (dos ediciones), y Proyecto burbuja (inédita).
Ilustrador: Omar Pineda
"Hellokuso"
Título de la
pieza: je-suis-Ravana
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