Destrozada está la
transparencia que translucía
de los vasos de
nuestras existencias
Tristán Tzara
La
reina lo besaba dormida en el infinito
Un
televisor lo perseguía
Yo
compraba veneno para matar a los ángeles
Dígale
que la amo cuando mira el inodoro
Y
daba vueltas y vueltas y vueltas y vueltas
Vestido
de estrellas escarlatas
Caían
soles en el regazo de la tierra
Y
la guayaba tenía un diamante
¡Vendo,
vendo, vendo!
El
perro volvió a su vomito
Y
un plato de albóndigas con pelos
Fue
determinante para volverse de piedra
Mujer
de senos grotescos
Y
también decían que se robaba el vómito de los niños
Para
hacer hechicerías
Y
se masturbaba con todos aquellos objetos que su nombre iniciara con la “A”
Y
si usted no dice: “aguafuerte” nosotros diremos:
“mapaná”
Y
si usted me mira yo me comeré el helado
Recuerde
que Acapulco es una cuchara invisible
Quizás
los fusiles le declaran su amor a los vivos cuando se disparan
Y
también los osos leen el periódico
Mordí
sus senos con furia
Aunque
su espina dorsal era camaleónica como los relojes
Y
las bailarinas de fuego se reían de la música de papel
Pero
no soy juez de las piedras en el agua
Y
más tiempo
Y
más vida
Y
más infiernos
Cadencias
ahorcadas en la puerta
No
quiero un perro-humano
La
mano fantasma le hizo el amor
Pero
quizás era Cáncer, Leo o Capricornio
Sabía
que todos eran monedas de barro en la lluvia
Y
la cruz era un pastel de chocolate
Por
esos se trepó por las comisuras de su miedo
Te
amo a través del aire-cucaracha
El
aire-cucaracha aire-cucaracha
Bendito
sarampión de amarillo
No
tendría sentido pensar en lo que hago
Y
los gusanos llevan zapatos de fuego
Pasión
incomprendida ¡lanza la piedra!
Me
persigues y nos amamos
¿Por
qué Buda come karmas?
Minino
era un presidente que tomaba Coca-Cola
Coleccionaba
muñequitos de gelatina
Camina
en la cuerda floja
Era
tan especial como los gusanos que comen mi carne
¿Y
usted no sabe del misterio de sus manos?
Estoy
ardiendo por dentro
No
dejes de aprisionar mi sexo a tu lengua
¿Esquizofrénico
descafeinado?
La
calavera leía la Biblia y el Corán
La
ciudad se rasuraba las axilas
Un
edificio salió a buscar un orinal
Loca
sucia de sexo: te amo
Y
a pesar de la muerte los ángeles tienen su orgasmo
Te
besé como un martillo a la pared
Y
a mí me gusta el azúcar
No
me acoses que me voy a explotar
Y
la lámpara de Aladino era un juguete sexual
Entonces
ella se marchó con el mapache que tocaba el piano
como
si fuera una máquina de escribir
Quizás
el hambre mundial es hermafrodita
Adolf
tenía miedo del prepucio dorado
Y
el cuervo nunca emprendió el vuelo
Ellos
seguían creyendo que el sapo brincaba porque era de caucho
A
pesar del hielo judío sabia levitar
Y
al escapar de la cueva de los tulipanes
Hoy
tan solo quiero tener la boca de un perro
Y solo pensar en universos de alfileres
Y
mandar a cortar la cabeza de mis enemigos
Y
quemar los ojos de mis lectores
Humanizar
la hoguera con mariposas
Y
el cadete se cagó en los pantalones
A
pesar de ti a pesar de mí
Quizás
por eso Marilyn lanzó sus pelucas al inodoro
Y
se colocó mantequilla en el bigote
Algo
se ocultaba en sus manos crucificadas
¿Tan
grande como los cachalotes?
¿Tan
pequeña como la libertad?
Salió
de la nevera estelar
Por
eso es que la nube menstruaba lluvia sobre el tarot
Por
tus ojos llenos de infartos y sanguijuelas
Realmente
la ruptura se refiere a pequeños agujeros negros
Como
una especie de colador
Entrelazado
por nebulosas y ausencias de zanahorias
Comprenderá
la sonrisa leprosa de Edipo
Y
cantaré la canción punk imaginaria que dice
Que
las calles de mi alma solo tienen un camino: el que conduce a tus gusanos.
Nota: este texto
se publicó por primera vez en Esquinas de Yellow Hell City en la revista El laberinto
del minotauro el 25 de abril del 2015. En esta publicación no se incluye la “Nota
azucarada” que cuenta la naturaleza de este Cadáver exquisito construido con
fragmentos de esto y aquello, sacados de la bolsa mágica por las manos tales
tales de mi abuela Tere.
Autor: El Señor
Underground
Interesante. Chévere.
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